EFICIENCIA ENERGÉTICA Y SOSTENIBILIDAD, COMO SOLUCIÓN A PROBLEMAS SOCIALES Y AMBIENTALES
Construir viviendas incorporando criterios de eficiencia energética y sostenibilidad, no hace necesariamente que un proyecto se encarezca. Especialmente si se tienen en cuenta sus beneficios a medio y largo plazo. Los edificios sostenibles permiten ahorros importantes en las facturas de energía y una reducción notable de las emisiones, contribuyendo así a mejorar la calidad del entorno y a luchar contra el calentamiento global. Pero también suponen una mejora de las condiciones de confort para sus habitantes, favoreciendo su inclusión social y energética.
Proyectos sostenibles y sociales
La vivienda social es necesaria pero no de cualquier manera; debe sustentarse en un proyecto sostenible que beneficie a toda la sociedad y permita al inquilino o propietario aprovechar las ventajas del ahorro energético. La ubicación geográfica y las condiciones climáticas son grandes aliados de la sostenibilidad en la vivienda, que sobre todo, debe concebirse para dar soporte a la población vulnerable y con menos ingresos.
La realidad geográfica, social y cultural de cada territorio aconseja qué tipología de edificación es la más adecuada para atender la demanda residencial. En este campo se pueden aplicar nuevos diseños y tecnologías, y se puede optar entre diferentes modelos arquitectónicos: grupos de viviendas, complejos de alojamientos, residencias…, de manera que se puedan desarrollar proyectos constructivos bien integrados en el hábitat y que se adecuen a las demandas de las personas que van a ser usuarias y atiendan sus necesidades.
Ventajas de diseñar en clave sostenible
La vivienda sostenible puede generar un ahorro de hasta el 40% en la facturación de suministro de agua, y entre el 30% y 50% en consumo de energía; las medidas que se implementan para aumentar la eficiencia energética de las viviendas reducen notablemente las emisiones de dióxido de carbono y permiten un mejor aprovechamiento de la luz solar.
Entre los elementos que hacen una vivienda más sostenible se encuentran:
- Su ubicación: se construye teniendo en cuenta las condiciones climáticas del lugar.
- Orientación en relación con el sol y con las corrientes de aire: permite ahorros en los consumos de energía en iluminación y aire acondicionado.
- El uso de energías renovables para el autoconsumo.
- La utilización de materiales naturales, reciclables o de larga duración, y que en su cadena de producción respetan las normas ambientales.
- El aprovechamiento de la energía de fuentes renovables como la solar o la eólica y la captación y reciclaje de agua.
- La construcción en espacios urbanísticamente desarrollados o en vías de desarrollo, con servicios básicos próximos, una buena red de comunicación para facilitar la movilidad, infraestructuras para garantizar la atención sanitaria, la educación y la seguridad, así como un entorno con suficientes zonas verdes.